La verdad es que me motivó la portada, no nos vamos a engañar, pero el argumento del libro deja mucho que desear para mi gusto.
Tiene momentos en los que parece que me iba a enganchar, pero no lo conseguí.
El protagonista está condenado a la inmortalidad por una antigua bruja. Quince siglos más tarde conoce a una bruja de la que se enamora perdidamente, pero su inmortalidad va atada a una maldición. Entre esta lucha por liberarse de esa maldición hay muchas escenas subidas de tono que para mi gusto hacen perder el hilo.
Es el primero de una saga compuesta de tres libros. Antes de leer el primero ya caí en la tentación de comprar el segundo. De haberlo sabido no lo hubiera hecho. Ahora no me queda otra que leerlo.
Ya os contaré, quizá el segundo está mejor.
Por Miriam
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